Julio - CEPRIT
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Trabajos
en Espacios Confinados |
Un recinto confinado es
cualquier espacio con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural
desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o
inflamables, o tener una atmósfera deficiente en oxígeno, y que no está
concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador. Los riesgos en estos espacios
son múltiples, ya que además de la acumulación de sustancias tóxicas, y/o
inflamables y escasez de oxígeno, se añaden los ocasionados por la estrechez,
incomodidad dé posturas de trabajo, limitada iluminación, etc. Otro aspecto a
destacar es la amplificación de algunos peligros como
en el caso del ruido, muy superior al que un mismo equipo generaría en un
espacio abierto, por la transmisión de las vibraciones. En general, se puede decir que
los trabajos en recintos confinados conllevan a riesgos adicionales que obligan
a tomar precauciones exigentes y específicas. Una característica de los
accidentes en estos espacios es la gravedad de sus consecuencias tanto de la
persona que realiza el trabajo como de las personas que la auxilian de forma
inmediata sin adoptar las necesarias medidas de seguridad, generando cada año
víctimas mortales. El origen de estos accidentes
es el desconocimiento de los riesgos, debido en la mayoría de los casos a la
falta de capacitación y adiestramiento, y a una deficiente comunicación sobre
el estado de la instalación y las condiciones seguras en las que las
operaciones han de realizarse. Este Boletín de Prevención se dedica
especialmente al control de los peligros específicos por atmósferas
peligrosas. |
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Tipos de espacios confinados y motivos de acceso: La definición dada
anteriormente nos determina la amplitud de lugares que pueden considerarse
recintos confinados. De forma general se distinguen
dos tipos de espacios confinados: 1.
Espacios confinados abiertos por su parte
superior y de una profundidad tal que dificulta su ventilación natural En este tipo se incluyen: ·
Fosos de engrase de vehículos. ·
Recipiente de desengrasado. ·
Pozos. ·
Depósitos abiertos. ·
Etc. 2.
Espacios confinados cerrados con una pequeña
abertura de entrada y salida se incluyen: ·
Reactores. ·
Tanques de almacenamiento, sedimentación,
etc. ·
Salas subterráneas de transformadores. ·
Gasómetros. ·
Túneles. ·
Alcantarillas. ·
Galerías de servicios. ·
Bodegas de barcos. ·
Arquetas subterráneas. ·
Cisternas de transporte. Los motivos de acceso a
espacios confinados son diversos y se caracterizan por la infrecuencia de su
entrada, realizada a intervalos irregulares y para trabajos no rutinarios y
no relacionados con la producción, tales como los siguientes: ·
Construcción del propio recinto. ·
Limpieza. ·
Pintado. ·
Reparación. ·
Inspección. |
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Riesgos generales Son aquellos que al margen de
la peligrosidad de la atmósfera interior se presentan debidos a las
deficientes condiciones materiales del espacio como lugar de trabajo. Entre estos pueden destacar
los riesgos de: ·
Golpeados por equipos que pueden ponerse en
marcha intempestivamente. ·
Atrapamientos, choques y golpes, por
chapas deflectoras, agitadores, elementos salientes, dimensiones reducidas de
la boca de entrada, obstáculos en el interior, etc. ·
Electrocución por contacto con partes
metálicas que accidentalmente pueden estar en tensión. ·
Caídas a distinto nivel y al mismo nivel
por resbalamientos, etc. ·
Caídas de objetos al interior mientras se
está trabajando. ·
Por malas posturas. ·
Enfermedades ocupacionales por ambiente
caluroso o frío; ruido y vibraciones (martillos neumáticos, amoladoras
rotativas, etc.). iluminación deficiente. ·
Fatiga. ·
Cambios conductuales y/o fobias asociadas
al aislamiento por déficit de comunicación entre el interior y el exterior. |
Importante: Las señales de aviso de una concentración
bajo de oxígeno no se advierten fácilmente y no son de fiar
excepto para individuos muy adiestrados. La mayoría de las personas son
incapaces de reconocer el peligro hasta que ya están demasiado débiles para
escapar por sí mismas. También debe destacarse la
peligrosidad de aquellos contaminantes como el monóxido de carbono (CO)
que no es detectable olfativamente. |
Riesgos específicos Son aquellos ocasionados por
las condiciones especiales en que se desenvuelve este tipo de trabajo, las cuales
quedan indicadas en la definición de recinto confinado y que están originados
por una atmósfera peligrosa que puede dar lugar a los riesgos de asfixia,
incendio o explosión e intoxicación. Asfixia El aire contiene un 21% de
oxígeno. Si éste se reduce se producen síntomas de asfixia que se van
agravando conforme disminuye ese porcentaje. La asfixia es consecuencia de la
falta de oxígeno y esta es ocasionada básicamente al producirse un consumo de
oxígeno o un desplazamiento de este por otros gases. Incendio y explosión En un recinto confinado se
puede crear con extraordinaria facilidad una atmósfera inflamable. El hecho de formarse una
atmósfera inflamable puede deberse a muchas causas, como evaporación de
disolventes de pintura, restos de líquidos inflamables, reacciones químicas,
movimiento de grano de cereales, piensos, etc., siempre que exista gas, vapor
o polvo combustible en el ambiente y su concentración esté comprendida entre
sus límites de inflamabilidad. Intoxicación La concentración en aire de
productos tóxicos por encima de determinados límites de exposición puede
producir intoxicaciones agudas o enfermedades. Las sustancias tóxicas en un
recinto confinado pueden ser gases, vapores o polvo fino en suspensión en el
aire. La aparición de una atmósfera
tóxica puede tener orígenes diversos, ya sea por existir el contaminante o
por generarse éste al realizar el trabajo en el espacio confinado. La intoxicación en esta clase
de trabajos suele ser aguda ya que la concentración que la produce es alta.
Si la concentración es baja las consecuencias son difíciles de detectar
debido a la duración limitada de este tipo de trabajos. Si son repetitivos
pueden dar lugar a enfermedades profesionales. Junto al riesgo de
intoxicación se pueden incluir las atmósferas irritantes y corrosivas como en
el caso del cloro, ácido clorhídrico, amoníaco, etc. Solamente para algunas
substancias como el CO2, SH2, Cl2, NH3 se conocen las concentraciones que
producen efectos letales y daños funcionales a órganos de seres humanos. Para la mayoría de sustancias
tóxicas se desconocen las concentraciones límite que generan daños agudos en
personas. |
Estos trabajadores deberán ser
instruidos y adiestrados en: ·
Procedimientos de trabajo específicos, que
en caso de ser repetitivos como se ha dicho deberán normalizarse. ·
Riesgos que pueden encontrar (atmósferas
asfixiantes, tóxicas, inflamables o explosivas) y las precauciones
necesarias. ·
Medición y/o muestro de los agentes
ambientales en el ambiente confinado. ·
Procedimientos de rescate y evacuación de
víctimas así como de primeros auxilios. ·
Utilización de equipos de salvamento y de
protección respiratoria. ·
Sistemas de comunicación entre interior y
exterior con instrucciones detalladas sobre su utilización. ·
Tipos adecuados de equipos para la lucha
contra el fuego y como utilizarlos. ·
Es esencial realizar prácticas y
simulaciones periódicas de situaciones de emergencia y rescate. |
Medidas preventivas para el control de trabajos en atmósferas
peligrosas La adopción de medidas
preventivas debe efectuarse tras una escrupulosa identificación y evaluación
de todos y cada uno de los peligros existentes. A continuación enunciamos las
principales medidas preventivas: 1.
Autorización de entrada al recinto: Esta
autorización es la base de todo plan de entrada en un recinto confinado. Con
ella se pretende garantizar que los responsables de producción y
mantenimiento han adoptado una serie de medidas fundamentales para que se
pueda intervenir en el recinto. 2.
Medición y evaluación de la atmósfera
interior: El control de los riesgos específicos por atmósferas
peligrosas requiere de mediciones ambientales con el empleo de instrumental
adecuado. Las mediciones deben efectuarse previamente a la realización de los
trabajos y de forma continuada mientras se realicen éstos y sea susceptible
de producirse variaciones de la atmósfera interior. 3.
Medición de oxigeno: El
porcentaje de oxígeno no debe ser inferior al 20,5%. Si no es factible
mantener este nivel con aporte de aire fresco, deberá realizarse el trabajo
con equipos respiratorios semiautónomos o autónomos, según el caso. En la
actualidad los equipos de detección de atmósferas inflamables (explosímetros) suelen llevar incorporado sistemas de
medición del nivel de oxígeno. 4.
Medición de atmósferas inflamables o
explosivas: La medición de sustancias inflamables en aire se efectúa
mediante explosímetros, equipos calibrados respecto
a una sustancia inflamable patrón. Para la medición de sustancias diferentes
al patrón se dispone de gráficas suministradas por el fabricante que permiten
la conversión del dato de lectura al valor de la concentración de la
sustancia objeto de la medición. 5.
Medición de atmósferas tóxicas: Se
utilizan detectores específicos según el gas o vapor tóxico que se espera
encontrar en función del tipo de instalación o trabajo. Se suelen emplear bombas
manuales de captación con tubos cclorimétricos
específicos, aunque existen otros sistemas de detección con otros principios
de funcionamiento. Cabe destacar que el empleo de mascarillas buconasales está limitado a trabajos de muy corta
duración para contaminantes olfativamente detectables y para concentraciones
muy bajas. 6.
Aislamiento del espacio confinado frente a
riesgos diversos: Mientras se realizan trabajos en el
interior de espacios confinados debe asegurarse que éstos van a estar
totalmente aislados y bloqueados frente a dos tipos de riesgos: el suministro
energético intempestivo con la consiguiente puesta en marcha de elementos
mecánicos o la posible puesta en tensión eléctrica, y el aporte de sustancias
contaminantes por pérdidas o fugas en las conducciones o tuberías conectadas
al recinto de trabajo o bien por una posible apertura de válvulas. 7.
Ventilación: es una
de las medidas preventivas fundamentales para asegurar la inocuidad de la
atmósfera interior, tanto previa a la realización de los trabajos caso de
encontrarse el ambiente contaminado o irrespirable o durante los trabajos por
requerir una renovación continuada del ambiente interior. 8.
Vigilancia externa continuada: Se
requiere un control total desde el exterior de las operaciones, en especial
el control de la atmósfera interior cuando ello sea conveniente y asegurar la
posibilidad de rescate. La persona que permanecerá en el exterior debe estar
perfectamente instruida para mantener contacto continuo visual o por otro
medio de comunicación eficaz con el trabajador que ocupe el espacio interior. 9.
Formación y adiestramiento: Dado
el cúmulo de accidentados en recintos confinados debido a la falta de
conocimiento del riesgo, es fundamental formar a los trabajadores para que
sean capaces de identificar lo que es un recinto confinado y la gravedad de
los riesgos existentes. |
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